Wednesday, March 21, 2012

Lech Walesa, defensor incansable de la libertad y los derechos del ser humano a una vida digna.






Pareciera que este personaje publico de la política contemporánea predica el adagio que dice: No importa si hablan bien o mal de mi, lo importante es que hablen.

Lo cierto es que, independientemente del crucial papel que Walesha tuvo en los astilleros de Gdansk, y su activo rol en el movimiento solidaridad, el cual fue vital para la salvación del pueblo polaco en su camino a la libertad, mas allá de todo esto, el es un personaje publico que pareciera tener la maestría suficiente como para poner siempre su dedo en las llagas sociales mas profundas del planeta, justo allí, donde mas sufre el ser humano, ahí el hunde su dedo, para que el mundo despierte del letargo.

Este senor, quien fue tan famoso en la década de los noventas, que hasta la compania fabricante de cuchillas de afeitar Gillete, le ofreció un contrato millonario por dejarse afeitar con sus novedosas cuchillas, contrato que el acepto gustoso.

Lo cierto es que, Lech Walesa, quien para muchos es una figura decorativa en la historia contemporánea de Polonia, cada vez que se pronuncia sobre un hecho de relevancia , lo hace con mucha agudeza, con mucha precisión, pareciera que es un francotirador que acude en defensa de la falta de libertades de los pueblos, pero mas allá de lo que los demás puedan decir de el (desde payaso hasta héroe), la agudeza de sus acciones los hacen trascender y estar entre los primeros del hit parede de la política internacional.

En lo personal, como cubano que soy, le doy gracias a este incansable luchador por los derechos humanos, por el reciente pronunciamiento que tuvo para hacer despertar a Cuba, pero sobre todo al mundo, del letargo que vive ante los grandes encantadores de serpientes de Latinoamerica, que son los hermanos Castro.